Thursday, 29 de December de 2022
Si bien es cierto que el consumo de grasas saturadas se ha asociado por mucho tiempo con el riesgo de padecer enfermedades del sistema cardiovascular; y que aún hoy en día se restringe su consumo en la dieta para tratar dichos padecimientos. Hay que resaltar que algunas evidencias sugieren que el consumo de grasas saturadas no es el motivo principal que aumenta el riesgo. Dicha controversia tendría que analizarse considerando las características de cada situación o diagnóstico, pero teniendo en cuenta que las grasas hacen parte de una alimentación equilibrada, adecuada, completa y suficiente, de ahí que cada persona aprenda que tipo de grasas saturadas debe incluir y cuales no serían una buena alternativa.
La grasa saturada es un tipo de grasa que está presente de forma natural en varios alimentos, este tipo de grasa hace parte estructural de las membranas celulares y permite su buen funcionamiento, de otra parte es útil para producir energía en el organismo, y cumple un papel fundamental en la síntesis de varias hormonas y por lo tanto son imprescindibles para la vida. Las grasas saturadas de origen vegetal como las que se encuentran en margarinas, aceite de palma, la que está presente en ultra procesados deben evitarse. En su lugar consume con moderación grasa saturada de origen animal como la presente en carnes, y lácteos fermentados.
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