Wednesday, 30 de March de 2022
Para abordar este tema es importante saber que la sed es la alarma natural para tomar agua en personas sanas, exceptuando a los niños, los deportistas, personas con enfermedades asociadas y ancianas. En estos casos conviene programar horarios para consumir agua, por el aumento o disminución de la demanda según los mecanismos fisiológicos. 
Las necesidades de líquidos en las personas adultas, se encuentran en torno a 30-35 ml por kg de peso/día, siempre en condiciones estándares de temperatura, actividad física y en situación basal. Esto implica que una persona mayor, con un peso de 60 kg, requerirá unos 2.1 litros de líquidos al día.
Las necesidades de líquidos del organismo se pueden ver alteradas por estrés, actividad física, el aumento de la temperatura ambiental, la fiebre, las pérdidas de líquidos por vómitos y/o diarreas, la diabetes descompensada, las quemaduras, etc.
Como norma general podemos establecer unas recomendaciones, que evitarían cuadros de deshidratación:
- Aumento de Temperatura Ambiental: añadir 300 ml de líquidos por cada grado de temperatura por encima de los 37 o C.
- Problemas Digestivos (vómitos o diarreas): además de asegurarse que se cumple con la ingesta de líquidos mínimos recomendados hay que incrementar la ingesta líquida diaria en 600 ml.
- De forma que ante cualquier situación antes mencionada (fiebre, calor, sudoración, diarrea, actividad y ejercicio físico, etc.) se incrementará el consumo de líquidos llegando a una ingesta en torno a los 45 ml/kg de peso y día, o sea unos 3-4 litros de líquidos al día.
Fuente: https://scielo.isciii.es/scielo.php?=sci_arttext&pid=S0212-16112011000100003
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